24/02/2023
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Presentación del proyecto “En moviment[s]. Mujeres de Barcelona. 40 años y más”
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Discurso del día 28/11/2016

“La historia de las mujeres es una historia colectiva, una historia de alianzas contra la opresión y la desigualdad.”
Teniente de alcaldía,
concejalas y concejales,
muy buenas tardes a todos:
Hoy estamos aquí para presentar el proyecto “en movimiento(s). Mujeres de Barcelona. 40 años y más... 1976-2016”. Agradezco muy especialmente la presencia de Cristina Borderías, que ha hecho la labor de comisariado, y de Mireia, pero se lo agradezco a todas las presentes, aquí está repleto de referentes; con muchas de vosotras hemos coincidido y nos hemos encontrado en espacios de lucha feminista, vecinal, social y política de esta ciudad. Así que estoy un poco nerviosa de poder hablar delante de vosotras; sois muchas las que podríais estar en este lado de la mesa.
Estamos aquí para hacer memoria en presente, porque somos muchas las que venimos de lejos, pero todavía vamos más lejos. Estamos aquí para defender que las mujeres también somos personas y, de hecho, representamos el 50 % de la sociedad —una extraña minoría, que de hecho es la mitad de la población—, que hemos estado presentes en las manifestaciones, en las huelgas, en las movilizaciones vecinales, en las luchas sindicales o parando los desahucios, pero que, en cambio, hemos estado infrarrepresentadas en los libros de historia y en los reconocimientos oficiales de la ciudad, del país y de la historiografía mundial.
Sabemos que es importantísimo hacer una labor de recuperación de la memoria de muchas mujeres que han conseguido ser referentes en política, en el activismo, mujeres científicas, mujeres escritoras, y que se tiene que recuperar la biografía de esas mujeres que han dejado huella en estos campos. También estamos aquí porque hay que cambiar la visión sobre la historia y hay que pensar en la memoria, hacer la historia de otra forma, y la voz de las mujeres tiene mucho que decir al respecto. Queremos recuperar la voz y la experiencia no solo de las mujeres que han sobresalido en campos diversos, sino la de todas las mujeres, porque todas han sido imprescindibles. Muchas finalmente han sido invisibles en los libros de historia, pero, aunque no hayan sido políticas o escritoras o activistas o científicas, son muchas las mujeres que han tejido la historia.
Tanto si hicieron huelga como si no pudieron hacer huelga, la historia de las mujeres es necesariamente una historia colectiva, una historia de alianzas contra la opresión y la desigualdad.
Este es el sentido de este proyecto, rescatar “la memoria de las movilizaciones de las mujeres para la mejora de la vida en los barrios de la ciudad y para la construcción de relaciones sociales más justas, democráticas y equitativas”, y hacerlo a partir del cuarenta aniversario de las Jornadas Catalanas de la Mujer de 1976, que marcaron un antes y un después al hacernos ver, una vez más, que tenemos mucho más poder del que algunos, durante mucho tiempo, quisieron hacernos pensar.
Ahora, acto seguido, Cristina Borderías, comisaria del proyecto, y Mireia Bofill, de Ca La Dona, una de las entidades feministas históricas de la ciudad, nos explicarán el proyecto directamente. Muchas gracias por estar aquí y por hacerlo posible.
Clausura
Hay una cita de Emily Dickinson que podría ser apropiada para ilustrar lo que hoy hacemos aquí y lo que hoy recordamos, también, que dice: “Hasta que no nos ponemos en pie, ignoramos nuestra propia estatura”.
Efectivamente, en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, durante aquellos tres días de 1976, las mujeres que estabais presentes rompisteis el silencio, visibilizasteis nuestra fuerza como colectivo, como mujeres, recordasteis a partidos, sindicatos e instituciones que la recuperación de las libertades democráticas no podía hacerse sin nosotras. ¡Gracias! Estamos aquí gracias a vosotras y somos muy conscientes de ello.
Desde entonces, hemos alcanzado avances importantes en el ámbito de los derechos y las libertades civiles como mujeres: desde la derogación del delito de adulterio hasta el reconocimiento del matrimonio formalmente igualitario; desde la creación de los centros de planificación familiar autogestionados en los barrios hasta el hecho de que hoy disponemos de una concejalía de feminismos y LGTBI en el Ayuntamiento de Barcelona. Y no solo eso, sino que todo el Gobierno municipal de hombres y mujeres se reivindican deudores y deudoras del movimiento feminista.
Cabe recordar que ninguno de estos hitos, absolutamente ninguno, se habría producido sin la movilización y participación de las mujeres. La mejor forma de recordar vuestro legado es poner toda nuestra energía en defenderlo.
No tenemos que ser autocomplacientes, queda mucho camino por hacer; seguimos viviendo en una sociedad machista y patriarcal que sigue discriminando a las mujeres por el solo hecho de ser mujeres, y esta discriminación la vemos reproducida en todos los ámbitos, el familiar, el laboral, el académico, el sanitario, el económico, y en la negación y la tutela de nuestros derechos sexuales y reproductivos; sigue en nuestra cotidianidad.
La máxima expresión de esto, lo recordábamos el viernes, es la violencia machista, con los feminicidios como su expresión más brutal. Este año, las entidades feministas ya han hecho un recuento de 94 feminicidios, que constituyen solo la punta del iceberg de una violencia mucho más estructural que traspasa el conjunto de la sociedad. Y lo que es peor, una violencia estructural que está normalizada, que no se vive con alarma ni con la reacción institucional que debería tener. Somos muy conscientes, por todo el trabajo acumulado de las que nos han precedido, que nos da aliento y fuerza, de que tenemos que ir a la raíz, a las causas sociales que la favorezcan.
La lucha por los derechos de las mujeres no es solo la lucha por la igualdad, es también una lucha por la emancipación de la humanidad. Cada una de sus luchas contra la violencia, la desigualdad o la discriminación acaba beneficiándonos a todos: hombres y mujeres. Porque queremos una sociedad justa, igualitaria, feliz, sostenible y cuidadora, para nuestros hijos y nuestras hijas, hoy nos reivindicamos más feministas que nunca.
Por este motivo, proyectos como “en movimiento(s)” son tan importantes para el conjunto de la ciudad de Barcelona. Porque no solo sirven para reconocer la contribución de las mujeres a las luchas colectivas, sino también porque empoderan y nos proporcionan un espejo y un ejemplo de referentes de emancipación que nos deben servir para darnos fuerza y para avanzar hacia una Barcelona más libre, más justa y más democrática: es decir, una Barcelona más violeta.
Muchas gracias a todas, a las que lo habéis impulsado, a todas las mujeres que participaréis en debates, a las que seguro que se sumarán. Muchas gracias a las que nos han precedido y a las que estáis aquí.