Estamos destinados, todos nosotros, a pasar a la historia, pero depende de nosotros de qué manera. Pasaremos a la historia por lo que hacemos o por lo que no hacemos. Pero en los próximos años se decidirá si cuando estábamos a tiempo, porque aún estamos a tiempo, actuábamos de manera decidida para garantizar la vida en el planeta y para garantizar un futuro mejor para nuestros hijos y nuestras hijas.

Barcelona está hoy aquí para declarar la emergencia climática y para decir que nosotros hemos escogido. Y hemos escogido pasar a la acción.

Hoy Barcelona declara la emergencia climática. Lo hace el Ayuntamiento y todas las entidades que habéis estado participando en las mesas y todo el mundo que se quiera adherir. Todo el mundo es bienvenido y todo el mundo es necesario.

Y nada es suficiente hasta que no consigamos el objetivo que nos proponemos, que es reducir para el año 2030 un 50 % las emisiones de efecto invernadero en relación con las emisiones del año 1990.

Este es el objetivo, y habrá que hacer lo que sea para conseguir que efectivamente se cumpla.

Tenemos la oportunidad de ganar una ciudad con mejor calidad de vida, más espacios de encuentro, de vecindad, con más verde. Tenemos la oportunidad de ganar una ciudad que se rebela contra el consumo rápido y acelerado. Una ciudad que dé importancia al tiempo y al tiempo compartido. Que ganemos colectiva e individualmente mucho más tiempo para la vida y para la gente a la que queremos.

Una ciudad con una economía verde que genere a la vez muchos puestos de trabajo de calidad no precarios.

Hoy estoy convencida de que estamos escogiendo el camino correcto. Aceleremos la respuesta a la emergencia climática. Hagamos de Barcelona una ciudad referente, valiente y responsable.

Esto no es un simulacro, esto es un firme compromiso con la defensa de la vida en nuestra ciudad.

Gracias.