En primer lugar, como alcaldesa de esta ciudad quiero que les quede muy claro: aquí no habrá impunidad. Haremos lo que haga falta para que quienes vienen con discursos de odio y fascismo respondan de sus actos y sus acciones.

Lo hicimos hace unos días y lo hacemos cada vez que hay una agresión LGTBIfóbica en nuestra ciudad, porque no solo agreden a un colectivo, agreden a toda la ciudad. Porque queremos ser, de manera real y no retórica, una ciudad abierta, de derechos y libertades, y por eso aquí y hoy están en juego los derechos de todas y cada una de las ciudadanas y ciudadanos de nuestra ciudad.

Y porque queremos que nuestros hijos e hijas puedan crecer en una ciudad realmente democrática, y sobre todo en una ciudad donde puedan ser lo que quieran y como quieran y querer a quienes les plazca, y como les plazca. Porque queremos que nuestros ciudadanos y ciudadanas puedan ser felices, ahora y siempre, defenderemos nuestra felicidad, nuestro derecho al propio cuerpo, a querer a quienes nos plazca y a ser como nos plazca. Lo defenderemos con toda la firmeza.

Hace unos días hubo una agresión totalmente inaceptable en el metro de nuestra ciudad, también LGTBIfóbica. Desde el Ayuntamiento nos personamos por la causa y estamos en contacto con Fiscalía. Y hoy queremos dejar claro que aquella no es una agresión cualquiera. Eso no es solo romper cristales. Que nadie se equivoque. Eso es un ataque a la democracia, a los derechos y a las libertades. Ese es un ataque de una minoría cobarde, que, a las cuatro de la madrugada, escondiéndose de todos y todas nosotras, que estamos aquí en la calle y encima del escenario dando la cara, vienen de madrugada a perpetrar una agresión que no es solo romper unos cristales, que ataca a la democracia. Y, por lo tanto, con toda la firmeza, la institución del Ayuntamiento de Barcelona evidentemente que nos personaremos y llegaremos hasta el final, para que los responsables tengan que responder ante la justicia.

Y quiero hacer un agradecimiento, aprovechando que hoy estáis aquí unos cuantos veteranos y veteranas, a todas las personas que lleváis décadas luchando por los derechos de todos y todas nosotras, para que podamos ser como queramos y querer a quienes nos plazca, y a las entidades y colectivos LGTBI que habéis hecho de Barcelona una ciudad mejor y una ciudad pionera, una ciudad valiente e innovadora, una ciudad orgullosa de su diversidad que es la única normalidad, pues no hay más normalidad que la diversidad. Pues a todos y todas los que habéis hecho esta Barcelona: estamos aquí y lucharemos por estar a vuestra altura. Y que el legado del movimiento LGTBI que nos llena de orgullo en nuestra ciudad nos haga ser mejores a todos y todas nosotras.

Hoy estamos haciendo lo mejor que podemos hacer: encontrarnos, abrazarnos, celebrar que somos como somos, que queremos a quienes nos place. Que Barcelona es nuestra, que las calles y las plazas son nuestras, que este centro es una conquista maravillosa del movimiento LGTBI y de la ciudad que queremos ser. Y que lo defenderemos, lo defenderemos con todas nuestras fuerzas, y qué mejor defensa que la que ya se ha dado: todos los vecinos y vecinas que se han volcado, que han llenado de mensajes de amor y de apoyo estos cristales, y lo haremos tantas veces como haga falta. Que vengan, que aquí nos encontrarán. Que no tenemos miedo. Que quieren que tengamos miedo, pero no lo tenemos, no podrán contagiarnos su odio. Esta es una ciudad orgullosa, de amor y de vida.

Y un último mensaje: este centro es corresponsabilidad de todos y todas nosotras. Este es un mensaje para toda Barcelona: en este centro LGTBI se juega nuestro presente y nuestro futuro. Y, por lo tanto, tenemos que llenarlo de vida, con más fuerza, con más rabia, con más alegría que nunca. Esta es una ciudad democrática, antifascista; en esta ciudad defendemos el amor, defendemos la vida, y este centro LGTBI nos representa más que nunca. Con mucho orgullo, ni un paso atrás.

Muchas gracias.